lunes, 15 de marzo de 2010

Conferencia de Victor Küppers

Hace unos días tuve la suerte de escuchar en una conferencia de Victor Küppers, autor del libro "El efecto actitud", te lo recomiendo.
Una persona vale tanto como sus conocimientos más sus habilidades, multiplicado por su actitud, es la actitud la que diferencia a las personas.

La actitud es el factor que diferencia a dos personas. La actitud es el efecto del pensamiento, la causa. El origen de nuestras actitudes están en nuestros pensamientos y sentimientos, que se alimentan mutuamente, hacen que interpretemos los acontecimientos de manera positiva o negativa. Nuestras percepciones de la realidad y nuestras expectativas vienen determinadas por lo que pensamos o sentimos.

"No se puede hallar solamente fuera lo que tenemos dentro. Corremos y luchamos por lograr cosas externas, nos dejamos la piel y algunos hasta la vida y cuando obtenemos algo, resulta que terminamos por acostumbrarnos y aburrirnos, volviendo al sentimiento de insatisfacción; cuando no lo conseguimos, nos sentimos frustrados y desdichados, claro que si! Pienso que el verdadero bienestar no es sólo un estado externo, sino también una situación anímica, un estado mental y emocional. Todos deberíamos poner condiciones para mejorar nuestra calidad de vida externa, pero sobre todo mejorar la interna, porque muchas veces no se pueden controlar las situaciones externas pero si nuestra actitud interior ante ellas. La alegría interior no depende solamente de las causas externas. Si para sentirse bien o alegre hay que esperar a que todo vaya bien en nuestras vidas lo tenemos claro. La gran mayoría de las personas sólo se sienten bien y alegres como reacción a las circunstancias favorables, pero hay una alegría mucho más profunda, estable y segura y que no es una mera reacción a situaciones externas, sino que nace de lo más profundo de uno mismo cuando nuestras actitudes son las correctas. La felicidad es la paz interior, la calma mental, la serenidad. Sin esta, no podemos disfrutar de las alegrías externas. Y eso es lo que nos falta, serenidad y paz interior.El apego engendra ansiedad, avaricia, temor, celos y odio. No se trata de inclinarnos por una inútil austeridad o malsana tacañería, sino de disfrutar de las cosas externas sin dejar que nos posean. Si sólo buscamos fuera nos convertimos en máquinas de desilusión, tensión y desdicha; en coleccionistas de placeres, consumistas disparatados y acumuladores frenéticos. Por mucho que nos hayamos desarrollado en el nivel externo de lo material, si nuestras relaciones con los demás son malas, no tenemos paz interior ni serenidad, ¿de qué nos sirve todo aquello?
El punto crítico reside en controlar nuestra actitud y para ello, la clave esta en fomentar las emociones positivas y en limitar y reducir las negativas. Hay que ser como un alquimista, transformando nuestros pensamientos de mala calidad en otros de gran calidad, de este modo, la presencia de emociones positivas en nuestra mente va dejando cada ve menos espacio y eliminando las emociones negativas.Para ello hay que tener claro el sentido de nuestra vida y aprender a relativizar, ser agradecido, mantener un equilibrio entre los diferentes roles de nuestra vida, ser optimista, tener ilusiones, luchar y no llorar tener unas magníficas habilidades de relación con los demás, crecer en virtudes como la generosidad, la paciencia, la compasión, la bondad, control del ego y librarse de las emociones negativas como la envidia, el resentimiento, la codicia, la vanidad. Uno de los mejores propósitos de la vida es luchar para ser una persona mejor. Aprender a vivir es aprender a ser."

"Para desarrollar nuestra calma mental debemos buscar momentos para pensar, aprender a pensar para reconocer el sentido de nuestra vida y alinear nuestras acciones para que sean coherentes, buscar momentos de silencio y reflexión; la serenidad está en el silencio. Sin embargo, estamos en un mundo donde todo el mundo hace nada a toda pastilla, cuando lo importante es analizar a qué se dedica ese tiempo. Cuidar de nuestra paz mental debería ser prioritario, pero claro, nunca hay tiempo para lo prioritario."

2 comentarios:

  1. Espectacular. Ha puesto el dedo en la llaga de la sociedad actual...

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  2. Espero que te animes a leer su libro, realmente es lo que necesitamos.

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